Mensaje de Nuestro Señor entregado el 29 de marzo de 2018 en Lonquén

La paz esté con vosotros.

Hijitos míos en esta noche os doy la bienvenida a vuestro Santuario que es vuestro hogar. Así como mi Madre viene todos los primeros sábados de cada mes, os digo, especialmente a todos aquellos que habéis llegado aquí con tanto sacrificio y bondad para nosotros que hoy es un día muy especial en todas las partes del mundo, pero especialmente para todos los católicos que creen verdaderamente en ésta Cena Pascual. Qué hermoso sería si todo el mundo pudiera creer, como vosotros creéis en Esta  Maravilla que el Padre Dios permitió que se diera hace más de 2000 años atrás. Yo Soy vuestro Padre, vuestro Hermano y vuestro Amigo, traigo el consuelo a cada uno de vosotros, a ésta tierra que sufre también muchas dificultades, como en el mundo entero. Veo con tristeza los hogares cómo se están desintegrando completamente por la falta de Fe y de Amor que hay en ésta humanidad.   Veo enormemente que no crece la fe en los pequeños ni en los jóvenes que aún se van perdiendo día a día. Son pocos los que están en el camino y para poder llegar a hasta Mí, veo con tristeza como los padres nuevamente pierden la fe por pequeñas dificultades. Pero las dificultades son pequeñas, pero vendrán más dificultades en estos últimos tiempos, no esperéis que todas las cosas se puedan cumplir ya ahora, todo tiene su tiempo, su hora y su minuto. Os dije tiempo atrás que el Padre Dios permite las cosas cuando os deban suceder, pero siempre debéis de  estar en oración y creer y entregaros en presencia y en amor, para que el Padre Dios así pueda actuar entre la humanidad y en los corazones más infieles que viven en la tierra. La infidelidad empieza cuando se  es católico y os cambiáis a otra religión. La infidelidad empieza cuando los corazones  comienzan a pensar en otras cosas y no en el amor de Dios. Hijitos, en ésta noche compartiré con vosotros una gran alegría, podré cenar con vosotros en medio de la presencia; veo con gran actitud ,todos los cariños y amores que entregan a la humanidad entera los sacerdotes santos y religiosas santas, que viven en estos días la austeridad misma de una Cena Pascual. Este es el tiempo en que cada uno de vosotros debéis de  ser austeros, vivir en amor y en cordialidad para que así en el momento  que uno de vosotros vuelva hacia el Reino de los Cielos, ése amor se complete sellándose con el Amor Fraterno de un Padre Generoso y Misericordioso, que comparte con vosotros en esta tierra. Hijitos, en ésta noche os deseo que cada comida que cenéis lo hagáis pensando que Yo estoy en medio de vosotros y He partido el Pan en medio de vosotros. En esta Cena Pascual quise venir en Presencia Viva para estar en medio de vosotros.

Mi pequeña, te haré sentir solamente los dolores en los pies, comenzarás a sufrir menos que tantos años, queda poco, ya queda poco, en este último tiempo quiero que compartas las dolencias mínimas, para ir en paz. Mi regalo de hoy será sólo tus pies, será mi muestra de amor y gratitud por la entrega. Recuerda que el camino que queda, será  aún más duro, pero en poco tiempo partirás al cielo, ya es tiempo, entregad todo y dejad todo preparado. Es la hora. Esta noche para Mí será la noche más hermosa que estrecharemos las manos entre tú y Yo y  todos los que están aquí presentes.

No os preocupéis, el terremoto vendrá, no os daréis cuenta.  ¿Pero por qué siempre estáis pendiente de que sea ya ahora?, si lo que más apura es vuestra fe, la conversión de cada una de vuestras familias.¡ Qué más grande terremoto puede haber en una familia que cuando se pierde la fe!; entended de una vez lo que os mando  decir, para que os preparéis en la confianza y en el amor en Dios, para que todo lo que venga lo podáis llevar con amor y con entereza; pero no estéis pendiente de todas las catástrofes del mundo, porque siempre van a haber y muchas más.  Recordad que mi Madre viene a traer la paz y el consuelo y a advertir para que estéis en paz.

Hijitos de mi corazón, en esta noche os digo que pedid lo que necesitéis porque Yo  portaré al Padre Dios vuestras  necesidades; os daré un minuto…

Que tengáis una feliz Pascua de Resurrección y nos encontraremos el 21 de abril a las 9 de la noche.

Shalom, que la paz esté con vosotros.

Deja un comentario