Hijitos de mi Corazón, os doy la bienvenida a vuestra casa, vuestro Santuario, esta es vuestra casa y por ende, la casa de todos mis hijos que quieren llegar a través de mi Corazón, al Corazón de mi Hijo Jesús.
Hijitos, veo con tristeza como la humanidad está en este momento. Sus corazones están vacíos, arduamente pienso y oro por todas las almas que hay en la humanidad, por aquellas que viven aún en la oscuridad, para que puedan encontrar la luz y ver en Cristo realmente a su hermano, su amigo y su Padre.
Hijitos de mi Corazón, el Padre Dios me envía ante vosotros para poder ayudaros a encontrar este camino de salvación, para que puedan compartir con mi Hijo Jesús en este camino, que es de arduas espinas, con dolores y sufrimientos, ved como la humanidad se ha encargado de dañar los corazones de muchos de mis hijos, tanto Religiosas como Religiosos y también Santos jóvenes que aún están buscando el camino, oren por toda la humanidad oren por todos aquellos corazones que aún están en las tinieblas, estos son los tiempos que os advertí hace muchos años atrás, que vendrían para la humanidad entera y para mi Iglesia; vosotros sabéis cómo la Iglesia está sufriendo, pues bien, ha llegado a sentir dolores de parto y llegará a temblar la gran Iglesia, recuerden, pero, no debéis de caer vosotros en esto porque vosotros sois la Iglesia doméstica y a través de la Iglesia doméstica podrán salvar a la Madre Iglesia, trayendo Santos Sacerdotes y Santas Religiosas, a través de vuestras familias. Oren por todos aquellos que viven en estos momentos de enfermedad espiritual y enfermedad física, este es el tiempo que os dije que el cáncer irá carcomiendo la tierra tanto espiritual como física. ¿.Qué es el cáncer?, el cáncer de la maldad ha llegado a hacer sucumbir a nuestra Iglesia y a nuestra familia. Oren mis pequeños a través del Santo Rosario, os pedí hace tantos años que lo rezaran en familia, es la única arma poderosa que tenéis para poder saltar todos los obstáculos que el adversario os pone en este camino.
Os dije, acercaos a los Sacramentos, llegad a la Casa de mi Hijo que os espera, las confesiones deben ser arduas, no esperar que se confiesen directamente con mi Hijo, porque ahí se ve el acto más grande de humildad que necesita el ser humano, mis pequeños, porque a través del sacerdote encontrarán a Jesús Vivo, oren mis pequeños por que aquellos Sacerdotes que viven aún en acto de humildad, perseveren en esta gran lucha. Vendrán las grandes persecuciones por la Iglesia, como también para todos los laicos que están en el camino del Señor, será la gran batalla, pero al final mis hijos, Dios permitirá esto para que renazca la Iglesia de las cenizas y se levantará una nueva Iglesia. Atesoren a los Santos Sacerdotes, aquellos que viven en los pueblos, que son Santos Sacerdotes, que aún no pueden salir adelante porque los opacan los grandes príncipes. En mi Iglesia y en la Iglesia de mi Hijo no hay príncipes, son todos iguales, todos laboran en éste camino, especialmente a mis sacerdotes que piensan que el camino es seguir ganando más, ganando más… así no ganaréis almas, yo quiero verdaderos Santos en este sacrificio para mi Hijo Jesús.
Hijitos, veo con ternura a muchos de vosotros, con qué amor venís a este encuentro, os prometo muchas veces que todas vuestras peticiones serán portadas al Padre Dios para que El pueda hacer los milagros que estime convenientes, depende mucho de vuestra Fe, sino hay Fe no hay milagros, recordad que el Padre permite que yo venga para ser portadora de la Voz del Cielo y del amor materno para todos ustedes; quiero y confío en vuestra humildad y caridad que hay en vuestros corazones, un gran don que debéis de tener porque ese es el camino para que podéis llegar a la Santidad, ser humildes y pequeñitos de corazón, ahí es dónde Dios actúa arduamente en los corazones. Sean firmes y a través de la luz que hoy encenderán, la Luz de la Alianza entre el cielo y la tierra, os pediré que levanten vuestros cirios y los enciendan
Hijitos, como estoy pronta a la festividad del 13 de Mayo os digo, que esta luz que bendeciré, es la Luz de Cristo que llevaréis en los corazones. Que no se os apague nunca esta bendición, que mantengáis la Fe firme hasta el final, como este cirio blanco, quiero que vuestras almas estén llenas de pureza y de amor y de caridad. A través de la humanidad, bendigo estas lucecitas, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, para que la portéis a vuestros hogares y cuando tengáis problemas encendedla y pedidle a Dios que ayude a vuestras dificultades. Recordad que el camino de Dios es con arduas espinas y aquel que las sabe llevar, Dios lo levanta y lo saca de esos dolores y sufrimientos. Soy la Madre del Consuelo y Madre de la Esperanza y como tal os digo, os amo, os espero y confío en vosotros, que sigáis el camino de vuestra santidad, luchad y orad por aquellos que viven aún en la oscuridad.
Hijitos de mi corazón, en esta tarde os digo, id en paz y recordad que ésta Madre materna os ama y os atesora a cada uno de vosotros en mi Corazón. Os doy la bienvenida a Francisco para que sigáis y os mantengáis en este camino que habéis elegido; desde pequeño ya estabas dentro del Corazón de mi Hijo Jesús, mantente firme y seguirás éste camino. Bendigo a mi comunidad, en especial a los Hijos del Corazón Inmaculado que pronto ya estarán en su nuevo hogar. Os bendigo en el Nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo, id en la paz del Señor, os amo
Shalom
Miriam