Mensaje de la Santísima Madre entregado el 16 de Julio de 2019 en Lonquén

Ave  María  Purísima.  Sin Pecado Concebida.

Hoy, en este día muy especial, que es el día de todas las Cármenes y especialmente hoy, que es el  día de la Advocación como la Patrona de vuestra nación, Soy la Carmelita, aquella que vino descalza y portó a su hijo Jesús en los brazos,  para mostrárselo a todo el mundo como la Madre del Carmelo, como me aparecí  en ese  Monte, hace tantos años y siglos atrás,  pues bien, como la Madre del Carmelo os digo, proteged  a vuestra nación, ponedla en oración desde hoy en adelante, caos vendrán, como así han habido en vuestras vidas y situaciones en estos momentos. Siempre las batallas no se han terminado, recién  está comenzando la gran lucha entre el bien y el mal; nuevamente el mal  quiere apoderarse de esta nación, exactamente por las malas prácticas de muchos.

Hijitos mirad como está el mundo, mirad como se destruyen tanto los  hogares  como los Monasterios y las Instituciones. He confiado siempre en vosotros  y cada Institución, cada  Convento, cada Grupo de Oración, están hechos para amar y entregarse a un voluntariado para Dios, especialmente abnegarse completamente a aquellos hijos inválidos, a aquellos hijos que no tienen quién los recoja en vuestros corazones.

Volved y mirad hacia adelante, seguid lo que se le ha encomendado a vuestra Patrona del Hogar como  vosotros sabéis. Mirad  que  ella tristemente mira, como las comunidades de vosotros se están prácticamente disminuyendo; buscad nuevamente, hay muchos niños que están inválidos de corazón y físicamente. Volved a tender el amor que Dios les dio en vuestro hogar, tendedle la mano, acogedle como tiene que  ser, os dije: la caridad ante todo, y el mundo entero está falto de caridad, especialmente por todos los hijos desvalidos de esta humanidad.

Todos vosotros poseéis el ser hermanos de la caridad, pero vosotras mis hijas,  estáis hechas para eso, para la caridad donde más se necesita: en la infancia, esa infancia donde muchas veces, la inocencia se ha perdido en este mundo. Trabajad nuevamente, abrid vuestros corazones,  especialmente para que puedan compartir arduamente por aquellos hermanos. Mirad que vuestra Superiora  desde el Cielo os mira atentamente, y ella suspira por vosotras, porque ve como las comunidades están cambiando la base fundamental de lo que ella puso y entregó para Dios: el Amor al Prójimo.

Hijitos, también os digo, que la caridad comienza en vuestros hogares, especialmente con sus hijos.  Tratadlos con amor y tratad de educarlos con la caridad que se merecen; recordad que son padres pero no padres castigadores ni abusadores, son padres que dan el ejemplo con amor y caridad.

Bendecid a vuestra familia, en los momentos más difíciles porque llegará el momento que también nos pedirá cuentas el Padre Dios como papás y como hijos de la caridad. Recordad, que todo lo que os ha dado el mundo, ha sido porque Dios ha sido generoso, pero la maldad, no  la dio el mundo, sino que la maldad ha nacido  en los corazones, porque vosotros lo habéis permitido que el mundo está lleno de egoísmo y simplemente quieren sobresalir ante toda la voluntad de Dios. Haced que vuestra voluntad muera, hijos! para que Dios renazca en cada uno de vuestros corazones, sus puntos de vista y el final del camino es amar a Dios por sobre todas las cosas y amar al prójimo sobre todas las cosas, y especialmente la ternura que uno necesita tener,  para darle  a aquel que más lo necesita, porque al enemigo se le entrega amor y el nos entrega  odio.

Recordad que en el corazón de esta Madre Carmela del Cielo como me dicen muchos, Yo soy la Carmelita del Amor  y de la Bondad; recordad, que en todos los Santuarios Carmelitanos se os dará una gran bendición y el   Padre Dios lo ha aceptado

Os mando decir a aquellos enfermos que os sanaré desde  la distancia, pero  recordad que será por breve tiempo, para dejar ordenado el Convento.  Lo dejaré ordenado para que la próxima Superiora pueda volver a llenar ese vacío que va a dejar  mi querida hija en La Visitación.

Recordad  también que yo estaré  en medio de vosotros en estos momentos difíciles, sed fuertes, porque la batalla es grande,  vendrá un gran sismo nuevamente para la Iglesia, pero sed fuertes y fortaleceos  en la oración, seguid  rezando el Santo Rosario y recordad que para espantar a los demonios, solo basta una cosa, el agua bendita en medio de vosotros, en la oración y en la contemplación, porque es ahí donde el os ataca, solo el agua bendita puede enfrentar al demonio y sacarlo, porque con la Señal de la Cruz, él se aleja pero retorna; el agua bendita lo espanta y lo aleja. Haced vuestra oraciones y pedid a Dios con todo el corazón que os de la nobleza  y la verdadera caridad en vuestros corazones

Hijitos  míos avanzad y seguid y os digo que os amo como a todos en el mundo entero, y aquellos que no me aman Yo los amo el doble.  Shalom mis pequeños, id en la paz del Señor y os espero el primer sábado del próximo mes; Id en la paz del Señor y recordadles a  los demás que sin amor, no hay perdón y no hay caridad.

Shalom

 Miriam