Hijos Míos, soy vuestra Madre… y con amor me acerco a vosotros para ofrecer todo el Consuelo en momentos decisivos en vuestras vidas. Es tiempo de huir del pecado y de las insidias del maligno. Es tiempo de buscar reconciliación y mirar hacia vuestro interior y mejorar lo malo que encontréis en vuestras vidas. Atesorad La Paz desde vuestros hogares, y construid un reglamento en vuestras vidas, para gozar una dicha verdadera para vuestras vidas. La primera regla es amar a Dios por sobre todas las cosas, respetar la ley de Dios y ser copia fiel a los Mandamientos. Haced que vuestros hijos respeten a sus hijos y los hijos a sus padres.
La esencia del hombre es el amor, que existe desde cuando fuisteis creados, porque Dios derramó amor al crearlos y no fuisteis creados con odio o por casualidad, entonces vosotros podéis crear y formar criaturas de amor. Pero en los últimos tiempos han sido creados por el adversario, quien no derrama amor, sólo dolor, envidia y corrupción; es una etapa en la cual el demonio está reinando en este tiempo… Yo decretaré en el Nombre de Dios, que el adversario no permanecerá en mi corazón, sólo será mi Dios quien viva y more en mí. Que Dios os bendiga.
Shalom. Myriam