¡Ave María Purísima!: ¡Sin Pecado Concebida!
Hijitos de mi Corazón, os doy la bienvenida aquí a vuestra casa, a este Santuario del Amor y de la Misericordia. Recordad mis pequeños, en este tiempo de tanto dolor y sufrimiento, hoy el mundo aclama y pide paz, pues bien, todo el Cielo está comprometido para llegar a vuestros corazones y a aquellos otros, para poder traer la paz del mundo, aquellos corazones que viven en odio y viven con tanta amargura, orad y ayudadme para que esos corazones se quebranten y puedan ver un rayo de luz y de esperanza en amor. La misericordia del Padre es infinita y por ende, El siempre ha dicho, he venido por aquellos que les falta el amor y la paz, y Aquí Estoy, me envía para traerles el amor y la misericordia de EL y poderlos repartir al mundo entero. Haced que todos los corazones y a aquellos a los que vosotros más le teméis, no tengan miedo, orad por ellos y derramad amor para que ese dolor tan fuerte que ellos tienen en su corazón sea aplacado a través del amor. El mundo debe vivir en amor constantemente y vivir en perdón constantemente, porque todos en el fondo somos pecadores, pero por ese pecado, podéis alcanzar una Gracia Divina, buscando la perfección en vosotros; Dios quiere la perfección, es ahí donde el Señor dice: los quiero santos para que lleguéis a gozar el Reino de los Cielos. No miréis todo lo malo del otro, sino que mirad que dificultades también tenéis en vuestros corazones. La intimidad con Dios es tan importante, que hay que darle el tiempo y los minutos para poder reconciliarse con el Padre Dios. El es el Padre fraterno, amor eterno y lleno de fuego y amor y ardor para vuestros corazones. Aclamad a eso, porque EL nunca os abandonará, especialmente cuando estéis en los momentos más difíciles de vuestras vidas, El mira con amor y piedad a vosotros, a aquellos que caéis y caéis nuevamente en los pecados, pero ahí está el esfuerzo, porque os levantáis y seguís luchando, y El mirará todo el esfuerzo que hagáis, la misericordia es tan grande que os veréis al lado de El al final de los tiempos. Sed fieles mis pequeños a esto que os digo, sin amor habrá odio, sin amor no habrá perdón, sin amor no habrá una reconciliación para todos. Estrechen sus lazos de amor para que esta grandeza que es tan hermosa en abundancia, en misericordia, reconciliación y obediencia os lleve a un Reino maravilloso que el Padre os pide. En esta tarde os digo, mirad alrededor, mirad en la juventud, mirad como se está viviendo actualmente, pero este es el momento que os dije tanto que vendría, pero luchen, para que el demonio vaya decayendo día a día, porque es él, el que está actuando en las mentes más vulnerables de nuestro país. Haced que el Amor de mi Corazón Inmaculado con el cual vengo, llegue a aquellos corazones, a través de vuestras oraciones.
A mis hijos consagrados os digo, os bendigo y yo sé por todo lo que pasáis cada uno de vosotros, pero recordad, que la santidad se hace aquí en el camino a través de muchas dificultades, prosigan en este camino, sigan esta lucha ardua porque la recompensa es muy grande. Os digo, os amo como mamá y fiel que soy a mis hijos consagrados, os llevaré y os estrecharé en mi Corazón Inmaculado, desde hoy día os comprometo.
Hijitos de mi Corazón id en la paz del Señor y recordad que nos veremos el primer sábado de enero a las cinco de la tarde. Recordad que para Dios nada es imposible, para Dios todo se puede lograr cuando hay verdaderamente amor y voluntad y misericordia.
Hijitos de mi Corazón os amo, os espero.
Shalom
Myriam