Hijitos, os bendigo a cada uno de vosotros y en especial a mis hijos consagrados de esta humanidad actual, va para ellos todo mi amor y gratitud, por los muchos sacrificios que han hecho en estos últimos tiempos; agradezco en especial a mis laicos comprometidos en la Causa de Amor más grande de mi Hijo Jesús, y es el amor y compromiso de evangelizar y convertir más almas para Dios; sean generosos y humildes de corazón, sean pacientes y resignados a la Voluntad de Dios, porque la recompensa será muy grande.
El Reino no es de aquí, sino en el lugar más hermoso del universo; vivan en gracia y os prometo que os traeré para gozar la dicha divina. Estos tiempos son de gran batalla y esta batalla se gana con inteligencia y el carisma del amor. Salgan y evangelicen y proclamen el Reino de Dios.
Os amo, vuestra Madre del Cielo.
Shalom. Myriam