Mensaje de la Santísima Madre entregado a la Instrumento X.V.E. el 02 de Mayo de 2020 en Lonquén (Chile)

Hijitos de mi Corazón, os doy la bienvenida y un cordial saludo de amor y paz para todos vosotros de esta humanidad. Os quiero decir con un gran dolor y preocupación que veo como la humanidad se va perdiendo a raíz de las grandes soberbias que hay en estos momentos, por mentes  destructivas y por el poder de la ambición, son los pecados que en el fondo el Padre Dios siempre quiso que vosotros sus hijos no los tengáis presentes.

Más que nada os doy las gracias a muchos de  vosotros que a través de la oración han ayudado a muchas almas y estáis conscientes que todo lo que está sucediendo es lo que se ha venido diciendo durante años. He pasado por muchos instrumentos en este mundo, y aprovecho a deciros que los instrumentos que hay en este mundo ya serán muy pocos los que irán quedando, por eso acercaos nuevamente a lo que os pido, a  la oración y acercarse a una gran Fe que se necesita para sobrellevar estas epidemias y todo lo que vendrá, recordad que a la humanidad la puede destruir el Padre Dios en cualquier momento, pero El dentro de su  gran misericordia,  El podrá detener todo, pero depende de las conversiones que haya  en el mundo entero.

Hijitos de mi Corazón, como mamá os digo, seguid adelante en oración, seguid con todo lo que os digo y haced caso, porque es inminente la venida de Mi Hijo, estáis recién comenzando, pero no desfallezcáis en el camino, tengan presente que Yo estoy con vosotros y en todo el mundo acompañando  a mis hijos, tanto a mis hijos predilectos como a mis hijas predilectas en el mundo y mis laicos consagrados al Corazón Inmaculado de María, así como os digo, aquellos que vivan en oración serán aquellos que se salvarán, pero, una oración debe ir siempre acompañada  con la caridad, eso es fundamental, ser caritativo en estos días, son muy pocas las posibilidades pero ustedes, mis laicos, mis gladiadores, están preparados para ser caritativos, amaos los unos a los otros y seguid en obediencia como el Padre Dios os pide, respeto, unidad y  especialmente consolación.  Recordad que El Santo Rosario os protegerá en todo momento.  Recordad que la Cruz que debe estar en las puertas será la señal que tendrá el adversario y no entrará el enemigo en vuestros hogares.  Oren, oren, oren.  Os amo y os espero.  

Shalom.   Myriam