Mensaje de la Santísima Madre entregado a Ximena Vidal el 21 de Marzo de 2021 en Lonquén (Chile)

Pequeños hijos míos, os doy la bienvenida a este lugar maravilloso, al cual vosotros no habéis podido asistir hoy, pero si entiendo las razones, pero quiero deciros que en estos momentos la vida, se ha transformado en un gran peligro para la humanidad, cada día que pasa, os dije, esta enfermedad no terminará, está hecha para terminar al ser humano, sobre todo a  las generaciones que han sido generaciones de amor y de entrega hacia Dios, trabajadores y responsables con sus familias, pues bien, esto ha sido así por creación del demonio en la mente humana. Siempre os dije prepararos para esta humanidad, que vendrán cambios muy difíciles, preocuparos ahora de los niños y de los jóvenes que aún están caminando por el camino del Señor. El demonio es el gran adversario y por su envidia y su codicia solo quiere arrebatarle las almas a mi Hijo Jesús, para su reino, pero vosotros deberéis ser constantes en la oración y no decaer, porque la confianza como os dije, que eran vosotros mis gladiadores de la tierra, deberéis de luchar con más amor y más esperanza,  no declinéis, la batalla se puede ganar siempre y cuando vuestra fe y vuestra confianza estén firmes.

Sed mis hijos agradecidos hacia el Padre Dios, por aquellos que os vais salvando, muchos partirán y muchos seres queridos de vosotros y cercanos, pero orad, orad, orad porque llegará un momento en que nos toque pelear con el mal y el bien, es ahí donde tendremos que luchar.

Los cambios políticos en el mundo serán inmensos, vendrán revoluciones, en los tiempos de ahora vendrán momentos difíciles, el clima cambiará abruptamente, pero no temáis hijos, los que estéis en la Gracia del Señor podréis saltar los obstáculos.

Firmeza con los hijos que estáis educando ahora, porque de ellos será la futura Jerusalén, recordad, que los padres tendréis que dar cuenta ante Dios por cómo habéis formado a vuestros hijos.

Hijitos de mi Corazón, con tristeza veo cómo hasta la Iglesia ha interferido en esto, pero no temáis, porque se levantará de una gran ceniza, una gran Iglesia, pero no tengáis miedo, orad por los Sacerdotes que están luchando en esta vida, orad por las vocaciones para que haya vocaciones Santas y que sean para una eternidad. Hay mucha deserción en la Iglesia, pero es porque en el mundo se han ido dando cuenta que no todo ha sido verdad, porque ha sido religiosamente cambiado por el demonio, pero no tengáis miedo porque Yo vengo a prepararos para esta gran lucha y muchos de vosotros estáis dispuestos.

 Todos aquellos que estéis en el camino del Señor, saldréis airosos de esta enfermedad, luchad, no dejéis de escuchar la Misa, no dejéis de Comulgar Místicamente, porque eso os mantendrá vivos en este camino.

Sed firmes, orad, orad,  por lo que vendrá para Chile y lo que vendrá para Sudamérica. Mis brazos esta Madre os extiende, con Mi Manto os cubriré a cada uno de vosotros y los cobijaré en mi Seno.

Rogad y pedid al Padre Dios que aún  permita que me siga manifestando, y si no se puede, os vendré y os daré igual el Mensaje.

 Amaos,  respetaos y seguid adelante, porque la Fe mueve montañas y la Fe hace milagros, recordad que el Padre Dios a cada uno os tiene una morada, pero para eso hay que trabajar arduamente en este mundo.

Seguid adelante, os amo, os bendigo y recordad que Yo soy la Madre del Consuelo y de la Misericordia.

Shalom mis pequeños id en paz del Señor.  Amén.

Myriam