Estimados hijos, amaos los unos a los otros, fortaleceos en la oración y aguantad con humildad estos momentos difíciles que estáis viviendo… La gran fortaleza será con el triunfo de Mi Corazón Inmaculado, para aplastar a mi gran adversario.
Orad y no dejéis de orar el Santo Rosario, y sobre las vacunas no tengáis miedo, que Yo os protegeré y velaré por vuestros hijos.
Tened fe firme mis amados hijos. Bendiciones.
Shalom
Myriam