Hijitos de mi Corazón, os doy la bienvenida aquí a vuestro Santuario que tanto tiempo os he esperado, pero mensualmente sigo siendo la Madre de vosotros y entregando los Mensajes como me he comprometido para la humanidad.
Hoy es un día muy especial porque le pedí al Cielo que me autorizara a pedir que trajeran a Salvador, porque de verdad ya queda poquito, y tendréis la Gracia de poder compartir con él hoy, ya que muy pronto me lo llevaré al Reino de los Cielos y os dije que el tiempo es el tiempo del Señor, y cuando vayáis avanzando en este tiempo, os daréis cuenta que todos los encuentros se han ido cumpliendo en todo lo que el Cielo ha querido transmitiros a vosotros, especialmente a esta humanidad que ha sido tan ingrata en el mundo entero.
Estos son los tiempos que muchas veces os dije que vendrían, de confusión y turbulencia para la humanidad, los pecados del hombre han ido creciendo y la Fe se ha ido perdiendo, pero siempre hay un rayo de luz y esperanza en esta humanidad y eso depende mucho de vosotros mis laicos comprometidos para poder ayudarme para que alcancen la Gracia aquellos que viven en la oscuridad.
Amo esta tierra, y como la amo, he predicho muchas cosas y hoy, especialmente un mensaje para la humanidad y la juventud, que está muy perdida y desorientada, que vive y actúa en momentos tan difíciles con el terror de asustar y amenazar a la humanidad y al pueblo de Chile.
Lamento deciros que mientras vosotros estáis trabajando arduamente para llegar a todos los hogares, el mal está creciendo aún más en las mentes para perjudicar a todos aquellos que viven en este país. Orar y reforzar, mirar y ser juiciosos, Yo os dije tiempo atrás, todo depende mucho de vosotros para que se salve este país, vendrán caos y muy fuertes, si toma el adversario el Sillón Presidencial.
Hijitos de mi Corazón, la juventud tiene otro pensamiento, tenemos que estar preparados para la gran batalla, así como Estados Unidos tendrá una gran caída, todos los países de Sudamérica caerán.
Orar, orar, levantaos en la Oración y Confesaos, acercaos cada día más a la Oración porque es lo único que los podrá sostener.
Es tiempo que empiecen a mirar hacia el futuro y el futuro de vosotros es el Cielo, para conseguir esa Gracia Eterna y vivir en la Esperanza y vivir en Dios.
Me voy con el Corazón acongojado, pero con una dicha también de haberos encontrado en este tiempo, pero recordad, que Yo soy la Madre del mundo entero y quiero llevar a la humanidad la paz que el Cielo me envía a través de mi Corazón Inmaculado para poder entregarla a cada uno de vosotros.
Cuidad a esta Nación, luchad por esta Nación porque ella será el ejemplo de Sudamérica, pero si cae, caerá todo lo que es el Cordón del Amor y de la Verdad.
Hijitos de mi Corazón, sed juiciosos, pacientes, y os pido que vayáis concientizando a vuestros hijos y a vuestros nietos, porque ellos son los que gobernarán en cierta manera esta Nación.
Sed padres fidedignos con lo que practican y viven, para que ellos vean el ejemplo de unos abuelos, tíos y familiares ciertos en la Fe, no perdáis la Fe, porque eso es lo único de la Esperanza con que podréis salir adelante.
Hijitos de mi Corazón, recordad, estáis por un paso en esta tierra, y recordad que Yo y Salvador tenemos un pacto, y recordad, que él nunca os abandonará porque estará conectado con vosotros en la tierra.
Shalom mis pequeños, id en la Gracia de Dios y recordad que Yo estaré ahí siempre.
Asistid al Santísimo porque él puede ayudar a esta gran Nación. Shalom mis pequeños.
Myriam