Alabado dice el Señor. Alabado.
Señor mío y Dios mío
Hijos de mi Corazón, en esta tarde muy especial he querido hacerme presente para consolar vuestros corazones y alentaros a que sigáis adelante caminando en este camino de arduas espinas. Constantemente en este camino de arduas espinas es donde el adversario os ataca constantemente, pero fortaleceros en vuestra Oración y en el Santo Rosario que os ha pedido Mi Santísima Madre. Recordad el tiempo que os queda en este mundo, ya no queda nada, sólo las obras buenas que deberéis de ir compartiendo vosotros en el mundo entero, recordad lo principal, amar al prójimo sobre todas las cosas y no olvidéis que la avaricia no os lleva a nada, solamente la humildad, la caridad y la esencia más linda que es el Espíritu de Dios en vosotros. Mi Padre os ha dejado especialmente el Espíritu Santo y vosotros debéis de estar constantemente bajo el alero del Espíritu Santo, sin el Espíritu Santo vuestras almas andan totalmente secas y vacías en esta humanidad.
Hijos de mi Corazón, he venido nuevamente después de mucho tiempo para poderos decir que atendáis al llamado de Mi Madre que se preocupa por esta humanidad ingrata para el Cielo, os dije, la Iglesia se acabará pero los cimientos quedarán en vuestros corazones. Ya viene la gran persecución de tantos religiosos que os dije, se levantará la gran guerra, vendrán caos, inundaciones y grandes protestas de dolor y sufrimiento en la humanidad, pero es el mundo el que lo ha querido por su falta de confianza en el amor de Dios, han mirado solamente los placeres de esta humanidad y no han volcado sus mentes y su corazón al Padre Dios.
Yo como Hermano superior de vosotros, Padre e Hijo, os digo como Jesús Sacramentado, no os faltará el Pan de cada día porque será eso lo que os levantará a cada uno de vosotros.
Deberéis de mantener en vuestras comunidades Hostias Consagradas porque llegará un momento que no las tendréis, entrarán a las casas a usurpar a la Casa del Señor, en la casa de mi Padre, tratarán de robar todo lo que sea de la Iglesia, pero especialmente lo que más anhelan ellos es destruir nuestra Comunión del Pan de cada día.
Este es el tiempo que os venía diciendo Mi Madre, y ya ha llegado. Este año será muy difícil para Chile y para gran parte de Sudamérica, porque así como os dije, el cordón tocará el final y final de Sudamérica, llegará el lazo de la hermandad roja para poder destruir todo lo que se ha avanzado en esta humanidad. Obrad por aquellos hermanos que no tienen nada, obrad en mejorar vuestros corazones, obrad por rezar por los Santos Sacerdotes y las Santas Religiosas que van quedando, y son muy pocas mis Hijas que me acompañan en este camino. Cargad vuestras cruces, porque la cruz más grande es ver destruida vuestra familia y vuestra Iglesia doméstica.
Hijos de mi Corazón, en esta tarde recordad que Yo os premiaré a cada uno de vosotros en el momento de vuestra partida por amor a mi Madre que ella siempre está constantemente con sus hijos terrenales y los gladiadores de la tierra, han formado una Milicia Terrenal a lo largo del mundo en todas las apariciones, como ya queda tan poco para terminar las apariciones en el mundo, porque todo está escrito y todo se ha dicho y todo se ha cumplido y se estará cumpliendo al final de estos tiempos.
Mirad alrededor, el vacío que hay en la juventud y en los corazones, ese vacío lo ha logrado el adversario, los ha arrancado de vuestro seno, de vuestra familia y los ha llenado de odio, con qué odio han vuelto a la Casa del Señor a dañar, a destruir y ya no creen en que Dios existe, ni que existo Yo en la Santa Comunión.
Amaos, quereos y respetaos porque vosotros sois los gladiadores de Mi Madre en la tierra, y Yo estaré encima por encima de todos, porque mi gran adversario cree haberlo ganado pero no es así, la gran batalla comienza desde hoy.
Hijitos de mi Corazón, luchad por vuestros corazones y por vuestra fidelidad ante todo, no dejéis que os quebrante la falta de Fe, la Fe os mueve montañas y veréis como los milagros se irán sucediendo en vuestras vidas.
Shalom, que la Paz esté con vosotros. Id en la Paz del Señor y amaos como dice Mi Madre y respetaos bajo la bendición de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén. Jesús.