Hijitos de mi Corazón, hoy un día muy especial para nuestra Iglesia en el mundo entero pues, hoy se conmemora el día en que mi Hijo mandó a buscarme con los Angeles para llevarme al Cielo. Así como Yo os dije a cada uno de los Videntes en el mundo entero, que os prometí que os llevaré en un sueño para que sean llevados ante la presencia de mi Hijo Jesús.
Hijitos de mi Corazón, os doy la gran esperanza de que vosotros algún día podéis lograr y alcanzar la Gracia Divina de ir Santos hasta el Cielo. El camino es muy arduo y de muchas espinas pero vosotros sabéis que sin Mi Corazón Inmaculado ni el Espíritu Santo, si no los tenéis en vuestros corazones, difícil será vuestra partida. Amaos los unos a los otros como hijos de un gran Padre y de una Madre que Yo espero y confío en vosotros para ayudar a combatir la maldad en este mundo. Los hombres en este mundo están haciendo la maldad, porque el gran adversario está atentando contra esto que es la humanidad, terminar con todos los principios que el Padre Dios fomentó en vuestras vidas y en vuestros corazones. Ayudadme a doblegar las oraciones, si rezáis un Rosario al día os pido que hagáis dos, os pido de corazón mis pequeños para que me podéis ayudar a salvar muchas almas que aún están viviendo en la oscuridad.
Hijitos míos, como Mamá del Cielo os digo que os atesoro en mi Gran Corazón de Madre a cada uno de vosotros por el esfuerzo y el amor que ponéis para hacer las cosas. No olvidéis que sin la Santa Comunión en vuestra vida no hay salvación. No dejéis de ir a escuchar la Misa en este último tiempo, porque más adelante os será quitada en muchas Iglesias del mundo.
Hijitos, vuestra Madre Asunta os dice que os ama, os espera en este Reino de Amor y de Paz que aún persiste en el Cielo.
Shalom mis pequeños, id en la paz del Señor y recordad que sin el Amor, sin la Caridad y sin la Humildad no tendréis la Gracia Divina. Luchad por conservar esos principios en vuestros corazones. Os atesoro, os amo y espero.
Shalom. Myriam.