Hijitos, hoy estoy felizmente presente en este tiempo de ausencias y de dolores y sufrimientos, especialmente en los momentos más difíciles de vuestra vida.
Hoy es un día muy especial para muchos de vosotros porque os jugáis la Gracia Divina, esto de cambiar o no cambiar vuestro destino, pero votad a conciencia y espero que vosotros pongáis la paz en aquellos que sean Celebrantes. Lamentablemente el demonio está ganando mucho territorio, pero no permitáis que os hostigue constantemente a vosotros. Vosotros sois hijos de Dios, no os amarguéis si las cosas no salen como tienen que ser, Dios tiene el día y la hora para daros trabajos y hacerlos o ayudaros en los problemas de salud y en todo. Sólo esperad y confiad, la confianza ante todo, las inseguridades ya vienen del demonio.
Me da pena ver en muchos corazones con que odio y fastidio se dirigen a Nuestro Señor, pero El no tiene la culpa, sino es la humanidad que se ha dejado vencer por el demonio y está actuando en esas mentes, sobre todo en los jóvenes que no tienen un norte ni un lado claro, sólo viven por vivir, son como personas un ente, que donde van siguen a las multitudes, en lugar de seguir la multitud de Dios. Cómo se anhelan los tiempos de peregrinaje cuando todo el mundo estaba en oración y los niños acompañaban a sus padres, pero ya no se ve eso hoy día. Lamento con dolor y sufrimiento las penas que estáis sufriendo en todo el mundo, porque no es sólo Chile sino que en todas partes del mundo mis hijos viven dolores y sufrimientos, muertes y sacrificios en vano, pero no perdáis las esperanzas porque muy pronto mis hijos, vendrá mi Hijo Jesús y pondrá orden. Lo importante es que siempre estéis en Gracia de Dios.
La esperanza de mañana es que cuando vosotros abráis los ojos y tengáis que cumplir, pedidle al Padre Dios con todas las fuerzas que ilumine las mentes de aquellos votantes porque se os viene algo grande y un caos enorme para vuestra Nación, para Colombia y para Argentina, porque ya vendrá un gran estallido social.
Hijitos de mi Corazón, atended este llamado y espero que hoy cuando terminéis hagáis tres Rosarios, el de la Misericordia, los Dolorosos especialmente, y especialmente el del Espíritu Santo, para que así podáis vosotros sentiros en paz y gozar todo lo que Dios os entrega día a día. Recordad que sin la paz en el corazón y sin fe no se reina. Sólo la maldad y el odio contribuyen al caos político mundial. Atended mi llamado, pedidle a vuestros Angeles que os acompañen y os cuiden y os protejan.
Bendiciones, id en la paz del Señor.
Shalom
Myriam.