¡Ave María Purísima! ¡Sin Pecado Concebida!
Hijitos de mi Corazón os doy la bienvenida aquí a vuestra Casa, a cada uno de vosotros y el esfuerzo que habéis hecho por ser un día de semana, pero como el tiempo es limitado para el Cielo, hemos decidido venir en este tiempo a poder apoyarlos más seguido por tantas cosas que se están dando en la humanidad. Lo importante de esto es que sepáis que el tiempo se está acortando, todo se dará y todo se cumplirá, pero especialmente aquellas cosas que ya se han vaticinado hace más de cinco años, recordad que el tiempo lo maneja el Cielo y no lo maneja la humanidad, pero para el Cielo pueden ser tres o cuatro días como también pueden ser cinco, tres, cuatro años. Pero quiero especialmente deciros que este día tan importante para Mi, donde una vez hice un compromiso con un pequeño y hermoso niño del alma que era Juan Diego, hoy quise hacerme presente especialmente para recordarles que el Cielo elige a los más pequeñitos y a los más hermosos de corazón para la Obra que el Cielo tiene predestinada. Pues bien, Mi Congregación está formada por tres pequeñas en estos momentos, Yo daré un plazo de seis meses para que ya vosotras os podáis concretar ya sea en una habitación como en dos habitaciones, porque se debe de cumplir lo que se prometió y se llevó a cabo y Salvador estará esperando, cuando os vea a vosotras ya reunidas, El partirá, sólo espera eso, y quiero deciros que todo lo que se cumple el Cielo lo premia pero aquello que no se cumple el Cielo lo cobra.
Hijitos, sed piadosos y amorosos, sed hermanables en este último tiempo, compartid lo que tenéis y vivid de lo que tenéis, porque por lo que se avecina no compartirán nada, porque vivirán en un vacío arduamente separados de todo el mundo. Los acontecimientos se vienen, ay de aquellos que viven en montañas luminosas, ay de aquellos que viven en montañas ruidosas, ay de aquellos que viven a orillas del mar, porque muchos desaparecerán. Recordad que los Angeles van a bajar, y serán dos emisarios que hemos mandado siempre desde los tiempos de Abraham, han llegado a la tierra avisando de los acontecimientos.
No temáis porque muchos de vosotros seréis abducidos y llevados y después colocados aquellos que habéis actuado verdaderamente de corazón y de fe. Aquellos niños que estén naciendo por ahora, muchos nacerán con dificultades pero serán más inteligentes de los que están ahora, pero serán incontrolables. Os digo, el mundo va cambiando, os dije, no era tiempo de traer niños al mundo, aquellos que ya vienen vendrán predestinados para otras cosas, pero aquellos que han estado y se están preparando para la Futura Nueva Jerusalén, serán ellos los que serán abducidos y traídos a la tierra para formar nuevas criaturas en Cristo Jesús, porque Jesús mismo será el Maestro que podrá regir y educarlos en la fe.
No se confía en los hombres porque los hombres cambian y atesoran más el poder en lugar de aceptar con humildad lo mismo que Dios les da. Dentro de la humildad está la fortaleza, está el amor hacia las criaturas, y me doy cuenta que las criaturas prácticamente muchas se alejan por las debilidades o por aquellas cosas que muchas veces no les gustan, pero el compartir es aceptarse a sí mismo, y vivir y compartir con defectos y virtudes; y así pasará en las comunidades que quedan, especialmente la comunidad que he elegido, por eso lo he pedido. Deberéis aprender a aceptaros con mucho amor y muchas abstinencias también porque serán momentos difíciles, pero Dios os va a favorecer; recordad que dentro de una gran adversidad, Dios os premia después con algo maravilloso.
Esto no lo va a poder terminar el hombre si quieren destruir lo que Dios está pidiendo, porque viene del Cielo el pedido, pero trabajad arduamente con las Religiosas, ayudad para que la Congregación salga adelante, sólo pido eso, que ellas comiencen y ya se reúnan, sólo seis meses os doy después de seis años que se solicitó esto. Lamentablemente sé que el tiempo no es el mismo pero Yo os digo, seis meses para nosotros son dos meses, les damos seis para que vosotros podáis trabajar y ayudar a la Comunidad, porque vosotros componéis la Comunidad, ellas serán las Religiosas, pero vosotros también sois parte de la Comunidad y deberéis trabajar y vivir con ellas y preocupados de ellas.
Llegará un momento en que van a necesitar refugio y tal vez las mismas Hermanas podrán refugiarse en el corazón o también en el lugar. Mirad cómo está la humanidad, mirad cada día cuantas muertes hay involuntarias, porque muchas de estas son involuntarias, porque el demonio ha actuado en la mente de aquellos que están trabajando, en el último tiempo es la guerra que tenéis, todos los problemas serán venidos de él, pero Yo os dije, fortaleceos en vuestra fe y tened mucha firmeza y tened la certeza que Dios está con vosotros y Dios es el que va a salvaros en todas las iniquidades del adversario.
Hijitos míos, atended este llamado de Madre que os suplica, Juan Diego fue tan obediente sin ser tan letrado, era tal vez el más ignorante de todos pero tenía un gran corazón en su mente y en el corazón una fuerza, que eso lo hizo llegar a los Altares del mundo, así debéis ser vosotros, no necesariamente se busca gente que sea erudita, solamente busco gente de noble corazón para estas obras que son de Dios, de lo más pequeño viene la grandeza y de la grandeza se llega a Dios.
Tened fe, sed humildes de corazón y abasteceos de cosas, porque vendrán momentos más difíciles. Aprended a vivir y compartir, que eso es lo que viviréis más adelante.
Id con la paz del Señor y recordad que un doce de Diciembre una Madre vino para recordaros el compromiso que tenéis con la Comunidad, vuestra Comunidad.
Hijitos de mi Corazón, soy la Madre del Cielo, la Madre de los Dolores, la Madre de la Esperanza, y para eso vine a traeros esperanza y un futuro en el cual tengáis a Dios por siempre en vuestro corazón y podréis salir delante de todas las dificultades. Os amo a cada uno de vosotros, no sabéis cuanto estoy pidiendo por cada uno de vosotros y escucho vuestros pedidos, pero también escuchad el pedido del Cielo.
Mis pequeños, Yo he vivido en la humanidad mucho tiempo, conozco también las debilidades de cada uno de vosotros, porque el padre Dios me permite ver vuestras debilidades, pero dentro de esas debilidades tenéis fortalezas y esas fortalezas las debéis de acrecentar con vuestra fe, esa fe que no debe nunca morir, no importa lo que venga, muchos de vosotros seréis salvados, tened la confianza y confiad en Dios, preocupaos y ocupaos de vuestros hermanos, hijos y sobrinos que viven en un mundo totalmente enajenados y no en confianza de Dios. Orad por ellos, orad, pero no olvidéis que la fortaleza la tenéis vosotros y ante todo, vuestra fe debe estar firme como os pido, para ayudar a los demás.
Hijitos míos, os doy la bendición y mando especialmente bendición a cada una de vuestras familias en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; id en la paz del Señor y recordad lo que dijo el gran Maestro de todos, mi Hijo, no os olvidéis de leer a San Juan, recordad que cada cosa que él escribió es toda la vivencia que Dios le mostró y se cumplirá. Seguid y atentad contra el demonio, y el atentado más grande que podéis hacerle a él es la indiferencia, es ignorarlo y seguir en oración.
Shalom mis pequeños.
Myriam.