Mensaje de la Santísima Madre entregado a Ximena Vidal el 04 de Febrero de 2023 en Lonquén (Chile)

¡Ave María Purísima! ¡Sin Pecado Concebida!

Hijitos de mi Corazón, en este día especial de muchos acontecimientos mundiales como  también espirituales de cada una de vuestras vivencias, me hago presente para poder  llegar a consolar a muchos corazones que viven angustiados con muchos dolores con los cuales la vida os pone a prueba,  para poder  vosotros ver cuánto  amáis  al Padre Dios a través de su amor y su misericordia, especialmente aquellos enfermos que tienen un dolor profundo en el espíritu más que en el cuerpo, porque esas enfermedades no sanan cuando hay una gran herida en el corazón, pero siempre digo para Dios nada es imposible, todo se puede solucionar, sólo es la fe la que mueve montañas, lo importante aquí es  tener fe y paciencia porque la Obra de Dios puede demorar mucho pero, cuando Dios obra sana y sana, cuando ve que hay humildad en los corazones.

Hijitos míos, en este día especial por ser el día de ayer para nuestra hija consentida del Cielo, veo con qué dolor y sufrimiento lo ha pasado en este tiempo, y un consuelo maravilloso es cuando el Padre Dios permite que mi Hijo Jesús venga y nos acompañe. El te ama y te protege a pesar de todas las cosas, y Yo sé que muchas veces has querido renunciar a seguir en este camino, pero no queda nada, ya queda poco para poder vivir en la Gracia de Dios, y fortalécete a través de las Oraciones de todos tus hermanos que te quieren en el mundo donde has recorrido y has vivido y compartido. Dios a través de ese amor de los amigos y hermanos de la Oración permite que te sostengan en este camino de arduas espinas. Yo perdí a mi único hijo y con El batallé y seguí avanzando y  después de  las persecuciones que hubo dentro de todos nuestros hermanos, de los Apóstoles. 

Pero hoy os quiero decir, volved a leer y repasad lo que ha acontecido durante este tiempo, especialmente os dije la Lectura de Juan, vuelvo y repito: estáis a las puertas de la gran venida del Señor, El ya vendrá en Reino y en Gloria,  los Angeles ya están bajando y están llegando a los diferentes puntos para los rescates espirituales de esas almas que serán portadas al Cielo y luego reintegradas a la Tierra, una Tierra purificada donde va a ver más amor que más envidia, mentiras y egoísmos. Se quiere desterrar al adversario, y el adversario en estos momentos está batallando arduamente en el mundo entero y conspira contra todos aquellos que aman al Señor, los trata de destruir, y destruir su fe.  No permitáis, os pido de corazón y os pido especialmente que oréis por el Papa que vosotros tenéis aquí en la tierra.  Orad  para que su corazón pueda sanar y pueda ser portado por lo menos a donde tiene que llegar.  No durará mucho, le quedan unos pocos meses, y  la Iglesia quedará vacía porque aún no se encuentra un gran Sacerdote que pueda levantarla. Se sentará el que viene, el que destruye por completo nuestra Iglesia, pero la Iglesia del Alma, la Iglesia de vuestra familia se tiene que mantener intacta porque es desde ahí donde se levanta y se construye la verdadera Iglesia.  No son los templos, sino que sois vosotros la propia Iglesia que habita dentro del corazón, porque permitís que Jesús more dentro de vosotros.  Luchad por los niños que aún están pequeños para que sigan creyendo en Dios y en las Bienaventuranzas, para lo que viene a futuro.  Ruego por todos vosotros siempre, porque veo vuestros sufrimientos y vuestros dolores y todo, los comprendo perfectamente porque Yo fuí parte de esta humanidad y dónde he llegado fue por los sacrificios y la abnegación que Yo tuve a seguir y decir Sí acepto, y cuando vosotros decís sí acepto, os toca vivir dolores y muchas alegrías, se compensa a través de ese Amor Misericordioso del Padre y os baña a través del Amor y del Espíritu Santo.  Haced que vuestras enfermedades sean desterradas desde la mente y desde el corazón, porque al decir: yo confío en Ti, estaréis confiando en Dios que sanará.   Algunos se tienen que cumplir, por el hecho que tienen que partir porque tienen su día y su hora escrita, a otros les sirve para purgar y ayudar a purgar a muchos de los que están aún en un desierto viviendo y caminan prácticamente sin saber dónde van y donde llegan hacia el Cielo.

Las almas del purgatorio están ahí rezando por la humanidad porque se ve que se viene el gran sismo, enorme, que es la Iglesia y la misma humanidad. Todos los cambios climáticos no son por casualidad, se está cumpliendo todo, todo lo que el Cielo ha predicho y ha dicho, sólo que los necios, los sordos y los ciegos no quieren ver y no quieren escuchar.  Lo venimos repitiendo tantos y tantos siglos hasta que tiene que venir Jesús a poner orden.  Las Milicias ya están, vendrán a vosotros para la salvación y vendrán a muchos a poder estar para cubrirlos de amor y de protección. Recordad, un once, un once, este número se los dicto porque el once va a ser muy decisivo para toda la vida de vosotros desde hoy en adelante. Orad y pedid a Dios por aquellos que viven en  la oscuridad, no pidáis tanto por vosotros ahora, pedid por aquellos que hacen daño a la humanidad porque ellos están faltos de Dios y faltos de la luz  y vosotros estáis llenos de luz y de  sabiduría y de amor. 

¡Alabado dice El Señor!   ¡Alabado sea El Señor!  ¡Gracias Señor!,  dice Ximena.

Hijos de mi Corazón, hoy ha permitido el Padre que venga ante vosotros por un día muy especial, pudo haber sido ayer pero preferí para este encuentro para que vosotros participarais de estos encuentros que mi Madre tiene con la Comunidad de la Tierra. Recordad que Yo estoy aquí para todos vosotros, no dejéis de dejarme entrar en vuestras vidas y poder estar en medio de vosotros  en esa Comunidad que es vuestro corazón y el Mío, que se estrecha con un amor cordial.  Yo bendigo a todos los que estáis aquí presentes en estos momentos, daré la paz a muchos que vienen con esa inquietud, pero recordad:  atended el llamado de una Madre y acudid a Ella, porque Ella es la que ordena y organiza todo lo que tiene que ver con nuestra Iglesia.

Hijitos, recordad que Yo estoy Aquí siempre, en el Tabernáculo de la Vida.  Yo soy la Vida y la Resurrección.  Recordad que la salvación está en la Santa Eucaristía, está en la Confesión y está en vivir en Comunidad organizadamente.  Yo a veces no necesito una Iglesia levantada de cemento, porque la Iglesia más hermosa es la Comunidad que pueden vosotros tener como seres humanos y hermanos y compartir, lo que sois vosotros en estos momentos. Yo admiro y recuerdo los tiempos que Mi Comunidad se organizaba y se ordenaba y hacía las cosas.  Vosotros hacéis lo mismo, son Mi Comunidad nuevamente, y dentro de todo seréis bendecidos aquellos que siempre estáis ahí apoyando y organizando para estos encuentros de mi querida Madre. Yo os bendigo y os pido que me pidáis un sólo deseo en este momento, en silencio.  Os lo concederé en los  momentos  justos y precisos.

Hijitos de mi Corazón agradeced al Padre Dios que me permite estar aquí en medio de vosotros junto a Mi  Madre, que no podía rechazar el pedido de Ella, porque Ella ama a su pequeña hija y por eso estoy aquí. Os amo, os bendigo y seguid adelante porque la recompensa está muy cerca.  Seguid, el adversario será destruido, esto os puedo decir, os amo y os espero en la Casa de Mi Padre.     ¡Alabado sea El Señor!

Hijitos, qué alegría y bendición que podéis contemplar y sentir a Mi Hijo en esta Presencia.  Os amo y os espero el próximo mes.  Recordad que Yo estoy con vosotros y nunca os he dejado. Me hago silencio para que vosotros veáis y analicéis y penséis.  Actuad con amor, con cordura y fe.  

Shalom mis pequeños, Shalom.  

Id en la paz del Señor.  

Myriam.