¡Ave María Purísima! ¡Sin Pecado Concebida!
Hijitos de mi Corazón, os doy esta bienvenida muy especial a cada uno de vosotros que estáis aquí presentes, con un gozo en el alma he venido y he visto con que esfuerzo venís todos y especialmente aquellos que viajáis desde afuera, os digo: en estos tantos años he visto pasar muchas muchas personas y siempre van quedando los más fieles de corazón y por eso, os prometo que a cada uno de vuestros familiares y los más retirados, los atraeré al Corazón de Jesús para la salvación del mundo, este regalo que os dará el Cielo será para cada uno de vosotros que con tanto esfuerzo que habéis venido.
No os preocupéis por las cosas que sucederán, simplemente creed y amad porque Dios siempre se manifiesta dentro de los sufrimientos con un gozo más grande y llegará la recompensa.
Os dije: Luchad para llegar al Cielo porque esa es la meta de cada uno de vosotros, especialmente aquellos que aún sienten debilidad.
Espero y creo en vosotros, por esos os sigo viniendo a vosotros para poder traer la Palabra. La miseria humana ha cautivado al mundo, pero aquellos que tenéis amor a Cristo seréis los que combatiréis al gran adversario de esta humanidad. No penséis pequeños que el Cielo los ha abandonado, el Cielo está ahí atento para que ya venga la gran guerra Celestial contra la guerra terrenal. Vosotros sois los gladiadores de este tiempo, y especialmente aquellos que seguís el camino y me seguís como el Corazón de esta Madre. Siempre os digo ámense, respétense y atesórense y mi regalo para vosotros es salvar a uno de los vuestros que está perdido en este mundo.
Pasad un lindo aniversario y Yo estaré en medio de vosotros. Shalom mis pequeños.
Shalom. Myriam.