¡Ave María Purísima! Sin Pecado Concebida!
Hijitos de mi Corazón, os doy la bienvenida a este momento muy especial en los tiempos tan difíciles que habéis vivido. Yo os recuerdo especialmente de todo lo que hemos compartido durante tantos tantos años. Recuerdo especialmente cuando renunciasteis a decir a todo el mundo y compartimos este camino de treinta y seis años. Vuelvo a remover los corazones de todos mis hijos que han caminado Conmigo durante tanto tanto tiempo, especialmente Salvador, Gonzalo, Sergio, Jorge, Ximena, en este camino. Lamentablemente el tiempo se va acortando y queda poco tiempo para terminar las Obras que el Cielo ha querido. He visto con qué amor habéis llegado a poder conseguir todos todos los pedidos que el Cielo ha solicitado y he visto la obediencia ante todo, el amor con que vosotros todos trabajáis, especialmente el sacrificio que hacéis cuando estáis viviendo momentos difíciles y poder salir y caminar en este camino de arduas espinas. Yo caminé por la Tierra sesenta y seis años en los cuales Yo renuncié a la vida y dije Sí al momento Celestial, pues todos vosotros hacéis lo mismo, a todas mis llamitas de amor que hay en el mundo entero os digo, seguid adelante y no desfallezcáis porque el camino es muy difícil y especialmente en estos momentos. Atesorad los momentos en familia, Consagrad a vuestros hijos en la Santa Comunión y aquellos que aún no están en el camino, orad para su verdadera conversión.
Os doy las gracias especialmente a esta Familia por cuidar a mi pequeña, y os prometo que Bendeciré con vuestra unión en todo momento, salvaré a tus hijos, a pesar de todo cuando uno ayuda Dios da todo. Recordad que soy la Madre de Dios y de todo el mundo, no me importa si mis enemigos no me quieren, pero Yo los amo porque el Amor de Dios es así.
Hijitos de mi Corazón, fijaos cómo está el tiempo, fijaos cómo están las cosas, poned atención, cuando escuchéis un ruido grande, un sonido en el Cielo, poned atención, porque se avecina el gran sismo que será mundialmente para todos,
Hijitos de mi Corazón os amo, os Bendigo y seguid adelante, porque la paz os la doy Yo, porque el Padre Dios me entrega amor infinito y Yo lo reparto para todos vosotros.
A todos aquellos que no pudieron asistir, fue por un pedido mío que era algo muy especial. Orad por los enfermos, orad por todos aquellos que viven en agonía en estos momentos, para ellos será la salvación. Os Bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Id en la paz del Señor y recordad que sin Dios no hay vida. Shalom mis pequeños.
Shalom. Myriam