¡Alabado dice el Señor! ¡Alabado seas Señor!
Hijitos de mi Corazón, os doy la bienvenida en esta tarde especialmente, en un día muy especial cuando el Padre del Cielo buscó dentro de un vientre a una pequeña hija para seguir en este camino, pues bien, Yo estoy contigo y siempre prometí estar contigo en estos días tan importantes. Recordad que todo lo que se da en la tierra, también será doblemente dado en el Cielo en amor y bondad. Tu corazón estará siempre lleno de generosidad para el mundo entero, los sufrimientos se transformarán en rosas y placeres en los cuales serán glorificados junto a mi Padre, mi Madre y Conmigo en el Reino. Recordad que el tiempo que has vivido ha sido un tiempo de purificación y santificación tanto para los tuyos como todos tus seguidores. Recuerda que Yo estoy en ti y mi Madre en ti, sólo nosotros podemos manejar tu vida. Recordad que Dios a través del Espíritu Santo mi Padre, ha puesto en ti una gota de amor y de bendición.
Hijitos, mirad como está el tiempo, mirad como las cosas suceden, pero recordad que sólo el amor y la purificación de vuestros corazones os llevará a una Santidad. Seguid adelante, atesorad todo lo que mi Madre os ha enseñado en estos últimos años porque la verdad, ya me queda muy poco para venir al Reino de la Tierra. Vendré en Gloria y Majestad como el Padre lo ha querido y espero contar con muchos de vosotros aquí y otros me ayudarán en el resto, en el Cielo. Recordad que Yo dije que la bondad viene del alma, y cuando la bondad viene del alma, está llena de gratitud y humildad y bendiciones para todos. Entregaos el uno al otro como hermanos y sed cordiales en todo.
Vivir en Gracia de Dios es vivir sin el pecado, ya muchos de vosotros no lo tenéis al pecado original, pero hais vivido en pecados mortales en los cuales la tierra os ha envuelto, pero no tengáis miedo porque vuestras acciones muchas, han borrado de muchos sus pecados.
Gracias Señor, me emocionaste como todos los años, dice Ximena. Bueno, mi primer deseo de mi cumpleaños es por aquellas personas que están moribundas y quiero regalarles una salvación. El segundo deseo que tú me ofreces es la conversión de todos los que me rodean, especialmente mi familia, mis hermanos, y todos aquellos que tienen familiares que no son conversos, y el tercero es poder mantenerme firme hasta seis años más, me lo prometiste. Si, se lo diré, se pondrá contenta se lo merece.
Hijitos míos, en esta tarde he venido con mi amado Hijo a acompañaros a cada uno de vosotros en este día especial, mi Hijo me regaloneaba en mis fechas de cumpleaños y hoy El quiso hacerse presente para todos vosotros.
Yo como mamá me siento orgullosa porque siento que mi pequeña no ha declinado a pesar de todas las pruebas que el Cielo pone. Te miro con amor de Madre y te extraño muchas veces, que a veces tú me reclamas, pero Yo lo acepto, porque también fui humana y reclamé también al Padre Dios con amor y bondad para que pudiera pasar los dolores y sufrimientos.
Sed felices, gozad de estas maravillas, porque no todos las tendréis. Muchos caminarán en el camino de un desierto y no encontrarán refugio de sombra ni agua, ni pan, pero el pan que más deberéis de atesorar, es el amor de Dios convertido en esa pequeña Partícula de Amor que os da todos los días mi Hijo. Haceos pequeñitos para que seáis inmensos en el Cielo.
Hijitos, gracias, gracias, gracias por todos estos años que me habéis acompañado y habéis acompañado a mi pequeña.
Como Madre del Cielo os bendigo en esta tarde como dice mi Hijo para que alcancéis la Gloria Celestial. En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Sed valientes y grandes gladiadores, os amo, os amo.
Shalom mis pequeños. Shalom Madre.
Myriam.