¡Ave María Purísima! ¡Sin Pecado Concebida!
Hijitos, os doy la bienvenida al Santuario, esta es mi Casa y la Casa de todos vosotros, de todos aquellos que siguen por el mundo encontrando una paz y un amor en los encuentros Celestiales del Cielo y la Tierra en este Universo.
Hijitos, de verdad hoy vengo acongojada por muchos acontecimientos, por la maldades y los sufrimientos que hay de tantas personas en el mundo, pero Yo siempre os dije que cada vez que estéis más cerca del Señor, más pruebas tendréis, pero no desfallezcáis porque así demostráis que Dios es enteramente el dueño de vuestra alma y de vuestro corazón, los embates los pone el demonio para sacaros del camino, pero no temáis porque todo esto será una gran recompensa os prometo a cada uno de vosotros por el gran esfuerzo de llevaros y acercaros a la Casa del Padre. No tengáis miedo de decir sí, yo sigo, pues bien, en todo momento estaré presente y acompañándolos durante este tiempo que queda de la venida de Mi Hijo, es inminente. Todo se cumplirá como hasta ahora se ha dicho, pero os quiero recordar especialmente a aquellos que tenéis nietos, sobrinos pequeños, que los debéis de cuidar porque la gran pandemia comienza en junio para aquellos menores que perderán muchos la vida. El mundo se tiene que purificar y el Señor siempre busca a los angelitos y a los santos que se los lleva primero. La purificación será inmensa, habrá más acontecimientos, Chile sufrirá nuevamente una gran devastación, ya es inminente, es tiempo ahora de abrir los corazones y ser más unidos que nunca, no ser tan, tan desconsoladores para otras personas, Yo sólo pido que tengáis mucha confianza, y si tenéis esa Fe firme podréis salir adelante de todo esto. Todos aquellos que tengan su Cruz en vuestras casas, os prometo que os protegerá el Espíritu Santo a esos hogares. Recordad que la Fe y el Amor no se imponen, el Amor hacia Dios no se impone, solamente se comenta y se invita, pero ahí está el libre albedrio, el que quiere atenderá el llamado y otros perecerán. No os preocupéis, no todos pueden llegar al Reino de los Cielos, no todo aquel que dice Señor, Señor, tampoco llegará al Reino de los Cielos, porque las bondades y las cualidades y muchas cosas serán las que influirán para poder estar al lado del Señor.
Hijitos, mirad cómo está todo en vuestros lugares donde vivís, mirad con qué tristeza se está apagando la humanidad con todos los acontecimientos, los mismos vendrán, muchos vendrán a buscar ayuda pero no tenéis que pedir que Dios venga, sino que Dios proveerá y os dará la fuerza a vosotros para que seáis caritativos y humildes, recordad que al llegar al Cielo Dios medirá también vuestra bondad, la caridad y especialmente la humildad de los corazones, sed pequeñitos, lo más pequeñitos posible, para que seáis ensalzados en los Altares del mundo.
Mis pequeños, veo a Chile con una gran dificultad, orad, orad para que Chile pueda volver a levantarse de tantos, tantos dolores, pero sois fuertes, así como las pruebas que habéis saltado en vuestras familias, en vuestros lugares de trabajo, sed valientes, porque son pruebas para ver como nosotros actuamos en caso de tanto sufrimiento. El Padre Dios está pendiente del mundo entero y especialmente de todos mis hijos Instrumentos de la humanidad. Muy pronto muchos empezarán a partir, deberán de quedar dos solamente para poder llevar a cabo el Gran Mensaje del Cielo.
Atended el llamado, orad por los pequeños, por los nietos, los sobrinos, los más pequeñitos de este mundo, porque esta humanidad ya no podrá ser la misma de antes, sino que serán más difíciles cada día, y ya no quedarán niños para poder poblar la humanidad.
Amaos, atesoraos, pero la verdad de las cosas que sin Mi Rosario vosotros no podéis ganar esta batalla. El Santo Rosario lo podéis rezar en cualquier momento, pero no lo abandonéis porque esa es la cadena de unión que hay entre el Cielo y la Tierra.
Hijitos de mi Corazón, os doy la bienvenida, id en la paz del Señor, recordad, Mi Hijo tiene puesto los ojos en todos vosotros, en todos los lugares donde están mis pequeñas células de amor para la humanidad.
Hijitos de mi Corazón, os invito a una gran reflexión en vuestros corazones para atesorar a Jesús Sacramentado.
Shalom.
Myriam.