¡Ave María Purísima! ¡Sin Pecado Concebida!
Hijitos de mi Corazón, hoy doy la bienvenida aquí a nuestra nueva Casa que es aquí en Yumbel, donde podrán conocer y volver a sentir lo que siempre se ha sentido en todos los Santuarios Marianos. Aquí hoy Bendeciré el lugar donde se formará la Ermita de mi Corazón Inmaculado para que pueda llegar a muchas almas, a poder llevar la paz y salvar vidas. Recordar que este lugar también fue Lugar de Oración y mucho Amor hacia el Corazón de mi Hijo y de mi Corazón Inmaculado. Quiero deciros también, que también estoy tan preocupada por la humanidad como se ve arduamente en todas las partes del mundo. Fielmente a la Palabra de Dios digo que todo se cumplirá. Os pedí que tuvieran vuestros Cirios ya cerca, lo más cerca posible con vosotros, se vendrán los días que tanto se han vaticinado, vendrán esos sismos especiales, tanto de corazón como de tierra, pero Yo os digo, que todos los que estáis en el camino y seguís la voluntad de Dios, habrá salvación. Recordad que el tiempo del Señor no es el mismo tiempo, pero hoy os digo concretamente que estamos a un paso para que todo se lleve a cabo. El Padre Dios ya rebalsó su copa, no puede más porque la humanidad no ha cambiado. Lamentablemente veo por aquellas almas que aún todavía no conocen el amor a Dios, que se han alejado completamente, pero seguid orando para que venga pronto y su conversión, no será así como Yo espero, de hoy a mañana, pero todo, la Oración de un padre, de una madre, siempre es bien escuchada aquí en el Cielo.
A vosotros los hijos terrenales os digo tened miedo, porque el sismo será muy grave. Señor Jesús, como Padre, como Hermano y como Hijo os pido, Bendice aquí a todos tus hijos presentes y a aquellos que no están para que les des la paz y la sabiduría, amansa al demonio y al adversario y a todos sus secuaces para que puedan vivir en este último tiempo con amor y paz. Yo me encargaré de los grandes demonios que atacan a la humanidad, especialmente todas estas plagas que vendrán, recordad os dije, viene esa plaga la cual quemará vuestros rostros, vuestras manos y se irá comiendo de carne en carne. Alejaos de todo peligro y de toda humedad, porque desde ahí comenzará la nueva bacteria que atacará a la humanidad.
Hijitos de mi Corazón, tened fe que aquellos que estén bien en regla con Dios nada os pasará. Recordad que estos son los últimos tiempos que Yo os pido Conversión, Confesión, Sacramentos al día y por favor no volváis a caer, seguid adelante porque el demonio os pondrá una y otra y otra traba. Sed leales al Corazón de Jesús Sacramentado, volved a El, volved a adquirir ese amor que El se dio con la Cruz, Comulguen porque llegará un momento en que ya no encontrarán la Santa Eucaristía.
Hijitos, avanzad como he avanzado Yo en este tiempo con amor y misericordia, con mucha bondad para todo el mundo, la caridad y la humildad debe reinar en vuestros corazones, porque así podéis salvar a muchas almas.
A cada uno de vosotros os digo, no lloréis por vuestra familia, porque vuestra familia en cierta manera ha tenido ya la oportunidad, pero un padre nunca abandona a sus hijos, hasta el último minuto pedirá por la salvación de cada alma de vuestra familia.
Recordad, las Barcas ya están listas, vuestras almas ya están preparadas para poder movilizar a la Gran Milicia Celestial que partirá al Reino de los Cielos. Orad por todos aquellos que perecerán en este tiempo, orad por todos los acontecimientos que vendrán, en vuestras Oraciones mostráis la caridad hacia el ser humano despojado de Fe.
Hijitos míos avanzad y no tengáis miedo. Os digo, os amo y atesoro en mi Gran Corazón de Madre a cada uno de vosotros, y en especial a todos mis Consagrados y Consagradas que están viviendo persecución en este tiempo. Aquellos que la han vivido, tendrán el Reino de los Cielos, aquellos que están por venir igual lo os ofrezco, no decaigáis. Os pido, que pidáis algo en este silencio, y Yo concederé lo que Dios me permita.
Hijitos míos, se hace tan larga la venida y tan corta la partida, quisiera compartir más tiempo con vosotros, pero estoy dando pasos tan grandes en la humanidad y llevando el Mensaje del Padre a todo el mundo, así que vosotros sois los privilegiados en esta tarde y recordad que Yo estoy en medio de vosotros, celebrad con un gran abrazo con cada uno de vosotros y entregaros la paz. Os amo, os atesoro, os espero el próximo mes.
Shalom mis pequeños, Shalom.
Myriam