¡Alabado dice el Señor! ¡Alabado seas Señor!
Hijitos de mi Corazón, con qué orgullo me siento de estar aquí en medio de vosotros para traeros un gran consuelo a este Pueblo y a este Grupo que caminan con arduas espinas. A pedido de mi Madre que no se cansa de orar por todas sus células en el mundo entero, por todos aquellos con quienes comparte ella cada vez que rezan el Santo Rosario os digo: Vengo aquí con la Presencia y la autorización del Padre Eterno para poder deciros que el tiempo ya es inminente, la Mano del Padre está a punto de caer. Yo digo siempre que vosotros sois los que debéis de sostener la Mano del Padre a través de vuestras Oraciones. No hagáis caso cuando digan ya viene, ya viene, pero ahora sí es dentro de ese período. Os pedimos que las velas estuvieran cerca, de aquí a seis años se cumplirán todas las cosas que deben suceder, ya podéis ver el caos que Mi Madre vaticinó tiempo atrás, el caos que vivirá esta República, desde la muerte del Presidente tan importante que era, más lo de estos momentos, se dio comienzo a todo lo que viene para Chile. ¡Chile qué pena me das! Os dije tiempo atrás y mi Madre os repitió, hoy es el tiempo que estamos viviendo, vendrán caos más fuertes, pero vuestra Oración debe ser más y doblegar las Oraciones. ¡Penitencia hijos! Aquellos que no rezáis el Santo Rosario y sois verdaderamente hijos Católicos, hacedlo. Os dijo Mi Madre, que con eso podéis llegar al Cielo.
Os daré una gran sorpresa hoy y os diré quién puede decir que está gozando en el Cielo: es alguien que partió hace casi cuarenta días, él está gozando y os dirá presente cómo está. El Padre ha permitido para que él se haga presente y pueda decir cómo es el Cielo, es un gozo presente, dice Enrique, que él está bien y luchando y gozando por todos los que estamos aquí, el Cielo existe y está más cerca de lo que Uds. creen, no se condenarán si siguen adelante. Usen la gran batalla que vendrá y la salvación será el Santo Rosario, gocen de ello. La salvación es inminente para todos aquellos que vivan en unión a través del Espíritu Santo. Yo estoy bien, dice él, que está gozando y está feliz. ¡Gracias Padre! Dice Ximena.
Hijitos, os permito esto para que creáis en la salvación. No temáis de aquellos que no creen, dejad que ellos crean que viven en el Cielo aquí en la tierra, pero vosotros tened la certeza que si seguís rezando y orando y seguís batallando en esta humanidad a través de la Oración, seréis salvados.
Las penitencias serán aún más duras, pero aquellos que saldréis adelante seréis los que realmente tengáis la Fe y la Creencia que el Cielo existe, gozaréis dentro de Mi Reino muchos de vosotros, como hay muchos que ya están Conmigo compartiendo, muchos hermanos que han partido.
Pero quiero advertiros que una gran batalla vendrá entre este pueblo contra los grandes soldados, vendrá una división dentro de este país. Vosotros sabéis que la Oración es poderosa, batallad y surgid, este país tiene que volver al Sagrado Corazón de Jesús y creer en Dios y amar a mi Madre, ha sido abandonada. La Iglesia está dividida, porque el adversario no está afuera, está adentro de la Iglesia. Recordad que Yo os dije: los Santuarios serán levantados en muchas partes del mundo y se está construyendo, pero Yo os quiero pedir de gran Corazón que deberéis de rezar el Rosario para sostener ese Santuario, porque si no lo rezáis y las penitencias, no podréis tener salvación para muchas personas. Todo lo que se vea y se vendrá, ese Pueblito ayudará a salvar a muchas almas, porque Yumbel se salvará no sólo sino por la Fe que hay en ese Pueblo, más que la que hay en el Norte. Recordad Yo di esa Bendición a través de mi Madre y mi Madre estará presente, pero quiero decir, no basta hacer sino hay una verdadera conversión; debéis de rezar el Rosario, si no lo hacéis, Gracias no tendréis. Recordad, el Santo Rosario protege y ayuda y es la salvación de vuestra alma y de las almas de vuestras familias.
La verdadera razón de lo que os pido en este día tan especial a vosotros, es que todos se Consagren al Sagrado Corazón de Jesús en junio. Recordad que pronto vendrá el día en que Yo estaré en medio de vosotros y mi Madre me acompañará en Junio.
Seguid orando, sed fieles, porque el gran terremoto ya viene, no creáis que no va a venir, ya viene, de hecho ya está temblando todos los días y fuertemente. Mirad y contemplad desde la Quinta Región hasta la Novena Región será el sacudón que derribará muchos terrenos que desaparecerán, las aguas se elevarán, y os digo: no creáis en aquellos que dicen no sucederá, pero os digo ahora sí, ya no hay más que esperar. Orad, orad, trataré de ubicar a gente que quiera ayudar para que haya salvación y se comuniquen para salvar almas, pero muchos tienen que padecer porque así está escrito, no sólo aquí, sino que en Japón, en la India, en muchos países asiáticos se levantarán las aguas y se elevarán, habrá terremotos y temblores, caerán grandes edificios y esto ya se está viendo. Os dije y hoy vengo a deciros Yo, no mi Madre, con la certeza que esto es inminente. Mirad el tiempo como está alrededor, las horas pasan rápidamente porque los acontecimientos se tienen que cumplir. Este es el tiempo de la Gracia. Al fallecer este Papa subirá el Papa que ya está listo para decretar el término de la Santa Eucaristía, no habrá. Aprovechad ahora porque tendréis un tiempo que viviréis en un desierto terrible y sequedad de la Santa Eucaristía. Muriendo este Papa vendrá la decadencia de Mi Iglesia, la que tanto esfuerzo y mártires dio para luchar en esta Fe.
Hijitos, os doy la Bendición y os digo: no tengáis miedo porque a través de vuestro Rosario y la Oración, muchos serán salvados. Seguid firmes, nada de esto os llevaréis, vivid lo que tenéis que vivir en los momentos que tenéis que vivir, no os apresuréis, no acumuléis ni atesoréis cosas porque ya no es tiempo. Todo desaparecerá como el Padre Dios lo quiere. Vivid y gozad de la vida, ayudad, sed caritativos y bondadosos con la gente, no necesariamente ayudar económicamente, sino que escuchar la palabra y ser caritativos en darle tiempo a los demás.
Os amo mis pequeños, id en la Paz del Señor y os prometo salvación a todo aquel que se comprometa a amar y respetar a Mi Madre porque Ella es la que os salva y os lleva al Cielo. Shalom mis pequeños, Shalom, id en la paz del Señor.
Os amo.
Shalom Jesús