Mensaje de la Santísima Madre entregado a Ximena Vidal el 27 de Agosto de 2024 en el Santuario de Jesús Misericordioso en Santiago de Chile (Chile)

¡Ave María Purísima! ¡Sin Pecado Concebida!

Hijitos, hoy doy la bienvenida en este día muy especial, he querido venir en tanto tiempo con un Amor de corazón a corazón para que podáis sentir la paz que trae mi Alma para poderla compartir con vuestros corazones, porque hoy más que nunca estoy pidiendo al mundo entero que haya paz, paz en los corazones y cuando uno tiene paz en el corazón puede  transmitir al otro esa paz, pero cuando vuestros corazones no viven en paz, sólo transmiten intranquilidad y deserción en la Fe.  Pero hoy mi Corazón de Madre está con vosotros en este día. Recordad que vosotros cumplís ya más de cuarenta años, y mi Pequeña treinta y uno, en este camino, que ha sido con arduas espinas y muchos regalos, como también muchos dolores y sufrimientos para todos. Así es el camino del Señor, si mi Hijo que era el Hijo de Dios vivió tantos dolores y sufrimientos como La que está aquí presente también, es porque el camino ha sido  para el Señor.  Todo lo que se vive sin dolores ni sufrimientos, todo lo que viene tan suave y rápido, eso hay que desecharlo siempre, porque el adversario es el que pone todo fácil, en cambio las arduas espinas están hechas para los que están en este camino para poder salir adelante en esta salvación de almas y en el mundo entero. Cada dolor y cada sufrimiento que habéis padecido en este tiempo han sido para salvar muchas almas.

Siempre dije, vuestros dolores hay que darlos al Señor para pedir y expiar por vuestros familiares, vuestros hijos y todos aquellos que no viven en la Fe de Dios. Este el tiempo que Yo dije,  ya no quedarán almas que se santifiquen por los demás, quedarán almas egoístas, trabajólicas y que dejan de lado prácticamente la Comunión de Dios. Este es el tiempo que vaticiné tanto, y os dije que llegará un momento que la Fe empezará a perderse en el mundo entero y así es. Las pequeñas células que hay en el mundo entero también padecen lo mismo que han padecido vosotros, han comenzado en un gran número y muchos han partido y otros han quedado, pero recordad que los que quedáis, deberéis de ser firmes en la Fe y caminar arduamente, porque del camino ya va quedando menos para llegar al último paso que es vuestra Santidad.  Perdonad, amad y respetad, porque el amor de Dios es eso, amor, respeto y saber perdonar de corazón.

Hijitos de mi Corazón, quiero entregar esta paz que trae enormemente mi Alma para agradeceros a cada uno de vosotros,  a todos los que me habéis acompañado en este instante, pero os recuerdo que todos aquellos que han partido, ya están gozando en el Reino de Dios. Os espero a cada uno de vosotros aquí en los Cielos, a cada uno de aquellos que han trabajado arduamente, sin importar los sufrimientos y los dolores, os ofrezco mi Corazón y este Corazón de Mamá que os cobija arduamente a cada uno de vosotros. Quiero paz. Este último tiempo solicito paz urgentemente en vuestros corazones para que podáis repartir a los demás en el mundo.

La paz esté con vosotros y gracias,  y Yo estaré en medio de vosotros en este festejo, mis queridos hijos. Gracias por venir en este día muy especial.

Shalom.

Myriam.