¡Ave María Purísima! ¡Sin Pecado Concebida!
Hijitos de mi Corazón, con alegría esperé este día para poder encontrarme con todos vosotros, así como lo he hecho con otras almitas en otras partes del mundo. He querido y he pedido que vinieseis los más antiguos, especialmente Magdalena, Manuel, la señora, pero algo muy especial, porque me han acompañado tanto tiempo y siempre han estado ahí, tal vez no con la frecuencia pero sé que siempre han estado ahí presentes, especialmente aquellas almas que viven en agonía por los problemas y las dificultades que hay en las familias de cada uno de ellos. Os digo, todo se va a solucionar, y lo que es enfermedad también habrá una sanación especial. Pero especialmente os digo, de los tres que he anunciado, uno partirá muy pronto, deberéis de estar preparado porque vendrá mi Hijo Jesús especialmente a encontrarlo en el camino.
Sé que muchos han atesorado ya a encontrarse con mi Hijo y Conmigo. Este es el tiempo que Yo empezaré a recoger mis almas más santas para que se lleven hacia el camino de la Santidad.
Recordad que el tiempo es tan difícil aquí en la Tierra y se ha hecho más doloroso y de sufrimiento para muchos hermanos en el mundo entero. Mi corazón de Madre se entristece de ver que la humanidad no cambia, especialmente todos aquellos que están en gran batalla y pelea constantemente. El adversario atacará a todos sus corazones y a los más cercanos que tenéis, para llevarlos de esa oscuridad en la que viven, y llevarlos siempre a esa oscuridad eterna. Siempre ruego para que sean apartados de todas las tentaciones, especialmente todos mis hijos que estáis en este camino, pero veo arduamente que el adversario está atacando constantemente a unos y a otros.
Muchos de mis Hijos Predilectos en el mundo han tenido que dejar, por haber caído en pecado, especialmente aquellos Hijos que viven constantemente hostigados por todos.
Hoy mis Instrumentos deben estar totalmente apartados de la humanidad, para que vivan en paz y relajados. Necesitan vivir una agonía de amor y de paz. Esa agonía a que me refiero de paz se llenará con grandes cosas y gozos, pero ya en esta Tierra se verá como aquellos hijos están batallando arduamente por todos en el mundo.
Os pido por mis Hijos Predilectos y Religiosas, las que van quedando, muy pocas, especialmente aquellas de Claustro que se están terminando en el mundo entero, os pido constantemente Oración por aquellos hermanos.
Recordad que sin Oración no hay Salvación, sin el Rosario no hay Salvación. Pasearse por la Eterna Vida que Dios ofrece a cada uno, es amarse y amar a Dios por sobre todas las cosas. Entregarse a Dios y vivir para Dios es lo más grande que podéis hacer, sin abandonar vuestros quehaceres como esposa, como madre y como hijo. Recordad que Dios ama a todos por igual, las diferencias las hacéis los hombres, pero mi Hijo Jesús los atesora a los buenos, y a los malos les da la oportunidad de encontrarse nuevamente en este camino, hasta el último momento les dará la oportunidad. Mirad la humanidad, mi Hijo Jesús sentado, siempre veía como la humanidad se iba a terminar. Cuando El tuvo las visiones del mundo y el futuro del mundo, era todo esto que podía verse en una gran guerra mundial.
El clima cambiará os dije, ha cambiado en muchas partes del mundo y seguirán pasando cosas muy graves, especialmente a todos aquellos que están viviendo en esa agonía de esperar guerras y guerras y guerras.
Hijitos de mi Corazón, la tentación del demonio va a ser ardua en este último tiempo. Las familias aquellas que no están en la compañía del Señor, habrá destrucción.
Os dije, seguid adelante, no decaigáis, no sigáis con el enemigo viviendo, porque el enemigo os llevará por un camino de perdición.
Abrid el corazón para que el Corazón de mi Hijo pueda entrar en vuestros corazones. Yo estoy deseosa que podáis sentir ese amor y esa llama ardiente de El, que puede darle a los corazones. No volváis a caer en el juego del hermano y de la hermana que os llevan por el camino de la perdición. Sed vosotros y sed firmes, para que podáis vivir en ese amor eterno que ofrecerá el Señor.
Amaos y respetaos, porque es lo más grande que tendréis. No debéis de discutir por cosas pequeñas. Este es el tiempo que deberéis de dejar pasar las cosas. Reíros, sonreídle al mundo, porque con lo que vendrá estaréis llenos de llanto y amargura.
Hijitos de mi Corazón, espero veros muy pronto, tal vez el 25 de Diciembre. Os invitaré a Lonquén para que comencemos los Encuentros en Mi Pequeña Capilla de Lonquén.
Recordad que Yo soy de todo el mundo y pertenezco a esta Tierra y conozco los dolores y sufrimientos de la humanidad. Entregadme vuestros dolores y sufrimientos y Yo seré portadora para llevarles el dolor y el sufrimiento a mi Hijo y al Padre Dios.
Orad por mis Instrumentos en el mundo entero, que ya comencé a despedirme de ellos y empecé a recoger a algunos. Recordad que tenéis poco tiempo para poder vivir este mundo, que ha traído muchos dolores y sufrimientos.
Atended el llamado de una Madre que se preocupa por sus hijos, así como vosotros os preocupáis por vuestros hijos terrenales, también Yo Mamá del Cielo, los acuno y los estrecho en mi Corazón.
Hijitos de mi Corazón, inclinad vuestras cabezas en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Que el Señor los bendiga y los acompañe de regreso a vuestros hogares. Recordad que una madre es una madre para siempre. Shalom. Shalom Madre.